jueves, 27 de diciembre de 2012


Comparto con ustedes este cuento y espero que los haga reflexionar:


“Había una vez una princesa que quería elegir un novio que fuera digno de ella, que la amara verdaderamente. Así que puso una condición; Erigiría al novio de entre todos aquellos capaces de estar 365 días al lado del muro, de la pared, del edificio del palacio donde ella vivía. Sin separarse ni un día de ese muro. Se presentaron cientos, o miles de pretendientes a la corona real, pero al primer frio invernal…la mitad se fue. Cuando empezaron los calores del verano…la otra mitad de la otra mitad no resistió y también se fue. Cuando empezaron a gastarse los cojines donde se sentaban, la mitad de la mitad de la mitad también se fue. Y finalmente, cuando empezaron los fríos de Diciembre…a sólo un mes de llegar al final de la competencia, había quedado solo un joven. Todos los demás se hablan ido cansados, aburridos y pensando que ningún amor valía la pena. Solamente un joven que había adorado a la princesa desde siempre estaba allí anclado a esa pared y a ese muro esperando pacientemente que fueran los 365 días. La princesa, que había despreciado a todos…cuando vio que este muchacho se quedaba, empezó a mirarlo con otros ojos diciendo, (Este hombre quizás me ame de verdad), lo había espiado en Octubre…había pasado frente a él en Noviembre y en Diciembre, disfrazada de campesina le había le había dejado un poco de agua y un poco de comida. Lo había mirado a los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. La princesa le había dicho al Rey, (Papá, creo que finalmente vas a tener un yerno…este hombre es el hombre que de verdad me quiere). El Rey se había puesto contento y de una vez comenzó a preparar todas las cosas para la boda. También le hizo saber por medio de la guardia al joven, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él. Todo estaba armado, el pueblo estaba contento…todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre en la noche…después de haber pasado 364 días al lado de aquel muro…El joven se levantó del muro y se fue. No pudo quedarse a cumplir…¿Que había pasado? El fue hasta su casa y fue a ver a su madre. La madre le dijo, (Hijo…querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 días y el ultimo día te fuiste… ¿Qué Paso? ¿No pudiste aguantar un día más? El joven, con voz entrecortada le dijo, (¿Sabes que madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se casaría conmigo y a pesar de eso, no fue capaz de evitarme ni una sola noche de dolor. Pudiendo hacerlo no quiso evitarme ni una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte ni tan siquiera una sola noche de sufrimiento no merece de mi amor, ¿Verdad Mamá?”…Oohps!!! 




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