“Yo no nací para sentirme, ser ni vivir como
un esclavo. No soy esclavo de las emociones ni de los recuerdos, sean gratos o
ingratos. No soy esclavo de ideas o normas impuestas por la sociedad o los
grupos sociales. Tampoco he sido -y espero no ser nunca- esclavo de los miedos a
cosas cercanas o apocalípticas con que el mundo pretende controlarnos
constantemente. No. Yo nací para ser libre y como hombre libre pretendo vivir. Cierto:
mi espíritu es -hasta cierto punto- esclavo de las necesidades de mi cuerpo,
pero eso es temporal. Lo esencial, ese espíritu del que hablo, era antes de mi
condición física y será cuando rompa esta arcilla y trascienda estos límites.
Tal vez sea esclavo de mis percepciones sensoriales: hambre, frío, calor,
tacto, visión, audición... pero nada de esto tiene poder sobre las alas de mi verdadero
ser, de mi conciencia. Igualmente cierto: nacemos en un relativo estado de
indefensión y la sociedad, por medio de todas sus instituciones, conspira
constantemente para domesticarnos, para restringir aquello hermosamente salvaje
que traemos al nacer. Pero, no. Yo no nací para sentirme, ser ni vivir como un
esclavo. Como hijo de El Gran Espíritu, nací para ser libre... aunque muera en
el intento”…Oohps!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario