"Soy débil, soy tan pecador como el que más peca, soy bruto, imperfecto, soy -claro está- mortal y sujeto a toda clase de enfermedades. De todo eso estoy consciente. Pero, por otro lado, siendo débil siento el poder y la fuerza de mi Señor; siendo pecador, pido y acepto su perdón; siendo bruto e imperfecto, acepto la sabiduría de su espíritu y sus palabras; siendo mortal y sujeto a enfermedades, reconozco que mi Señor se glorifica en cada célula de mi cuerpo por medio del Espíritu Santo y que, al final de todo, hay algo en mí que gracias a Él no es mortal ni perecedero: mi alma"...Oohps!!!
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